El partido estuvo marcado por el estado del terreno de juego. La lluvia que cayó de manera continua sobre Pamplona causó que el césped estuviera muy pesado para la práctica del fútbol. Rojillos y albinegros se resbalaban y caían continuamente, además de que al estar el césped mojado, los guardametas y defensas llegaron a tener algún que otro apuro generando una ocasión de peligro para el rival.
En este contexto, el Osasuna Promesas ejerció de anfitrión y demostró sobre el verde que estaba acostumbrado a jugar este tipo de partidos en un césped húmedo y resbaladizo. El encuentro, de este modo, tomó un cariz físico haciéndolo una batalla de cuerpo a cuerpo en el que el Castellón supo aguantar y dejar pasar el paso de los minutos.
Jugadores menos habituales en las últimas jornadas, como Miki, Omar o Borja Gracia, recuperaron protagonismo y se mostraron contundentes en el centro del campo. Durante los primeros cuarenta y cinco minutos, tan sólo una jugada personal de Charly Meseguer al borde del área chica puso en aprietos al meta Juan.
Cuando todo parecía indicar que ambos conjuntos se iban a repartir los puntos al descanso, una jugada de los navarros fabricada desde la banda izquierda acabó cabeceada por Achi justo delante de Álex Ruiz, que vio impotente como el balón entraba bajo palos y el conjunto local se adelantaba en el marcador poco antes de que el colegiado Medina Herrera mandase a ambos conjuntos a vestuarios.
Tras la reanudación, se pudo ver a un Castellón mucho más metido en el partido, pese al terreno de juego y las ganas locas del rival por dar la campanada y tratar de dar la vuelta a la eliminatoria.
Justo al arrancar la segunda mitad, Charly Meseguer lanzó un potente disparo raso directo a los tres palos pero que finalmente se fue fuera a escasos centímetros del poste izquierdo.
El Osasuna B quiso frenar la reacción albinegra. El local Pablo puso a prueba a Álex Ruiz con un precioso disparo directo a la escuadra izquierda y que, pese a la estirada elegante del guardameta francés, el tiro del pamplonés se perdió por encima del larguero.
Ramón Calderé no tardó mucho en comenzar a mover el banquillo para buscar la tranquilidad en la eliminatoria. Retiró primero a Dani Pujol y dio entrada a Diego Carrillo, que dio un aire nuevo a la banda derecha. Poco después, en el minuto 60, el técnico catalán retiró a Miki para no cargar en exceso al centrocampista el día de su regreso a los terrenos de juego tras varias semanas en el dique seco.
En el minuto 75 llegó una de las ocasiones más claras de los castellonenses. Una dura entrada sobre Diego Carrillo acabó con el ‘puñal’ barcelonés lanzando un libre indirecto a la portería defendida por Juan. Josema impuso físico en el remate y remató a la red al ver al meta local adelantado, no entrando por poco para empatar el partido.
Los minutos pasaban y, pese a la derrota tomada como una anécdota, el Castellón se dedicó a defender férreamente un resultado que, a pesar de ser negativo, le daba el billete a cuartos de la competición copera.
Ya en los minutos finales del partido, Calderé regaló el debut con el primer equipo al delantero del filial Jonatan Valero, que entró en los minutos finales en sustitución de Omar Monterde.
Llegó el final del partido y los ‘orelluts’ agradecieron el apoyo de medio centenar de aficionados desplazados desde la capital de La Plana, a pesar de estar la eliminatoria prácticamente encarrilada desde el partido de ida.
En los próximos días se conocerá el nuevo rival del CD Castellón en la Copa RFEF, una competición que esta temporada está regalando muchas alegrías al conjunto albinegro, sin perder de vista el objetivo principal: quedar primeros del grupo y ascender a Segunda División B.
(crónica y fotos: cdcastellon.com)
-Rueda de prensa de Calderé:
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